En el principio fue el ruido
En los años ‘80 Campino, Kuddel, Andi y Breiti pisaron casi siempre el pedal del acelerador sin cuidarse del mismo: Las giras pasaban entre excesos y fiestas. En la batería al principio estuvo Trini Trimpop y después "el rey del aguardiente" Wölli. Protestaron contra la planta nuclear en Wackersdorf y pelearon otro poco con la policía. Participaron en la presentación en teatro de "La Naranja Mecánica" y con "Hier kommt Alex" lograron la banda de sonido exacta.
En la cruzada hacia la felicidad (1990 -1999)
En los ‘90 Die Toten Hosen lograron con el álbum "Auf dem Kreuzzug ins Glück" el estado de ‘estrellas de rock’ y no pudieron lidiar con ello. Tocaron grandes y pequeños recitales desde Argentina a Australia. Con la fundación de su disquera JKP siguieron siendo independientes y crearon la base para decidir todo por si mismos. El concierto numero 1000 fue – trágicamente – el punto más bajo de la carrerea del grupo, y tardaron algunos años en recuperarse.
De regreso a la felicidad (2000– 2009)
En la primer década del nuevo siglo, el grupo viajó constantemente por el mundo tocando, conociendo nuevos lugares y haciendo nuevos amigos. Argentina se volvió finalmente una segunda patria. Vom Ritchie como nuevo baterista conquistó todos los corazones. Típico para esta década: El trabajo con artistas como Wim Wenders (películas), Andreas Gursky (fotografía) o Klaus Maria Brandauer (teatro).
Días como estos
Los años ‘10 empezaron para los Hosen con una nueva experiencia: Nunca antes habían tenido un éxito como "Tage wie diese" ("Días como estos"). Lo que les pasó durante la gira "Krach der Republik" se volvió un capítulo único en la historia de la banda: todo fue más grande, más ruidoso y más afectuoso. En otras palabras, "el mejor momento de nuestras vidas".